Sara está encantada de que le acompañes a su clase.
Cuando llegáis te ofrece asiento y te anuncia que dentro de poco va a tener lugar una actuación. Te dice que, como invitado especial, vas a ser el primero en disfrutar del espactáculo flamenco.
Cuando termina te dice que te levantes, porque te va a enseñar un par de pasos. Os ponéis frente al espejo y empezáis a taconear.
De pronto te tropiezas y le pisas sin querer. Ella pega un grito, y después te dice que tiene serias dudas de si el flamenco es lo tuyo. ¿Por qué no pruebas con la salsa?
Tú estás un poco avergonzado y prefieres cambiar de actividad. En ese momento recuerdas que habías prometido a un amigo ir a verle a su ensayo del conservatorio.